Con todo el esfuerzo, tiempo, dinero e implicación que supone crear un videojuego, tener que resumirlo todo en unas pocas palabras puede antojarse injusto. Por eso, y por los habituales cambios de enfoque de la industria, muchos proyectos trabajan con un nombre provisional durante el desarrollo, y no es hasta el último momento que lo cambian al definitivo.
No es una tarea fácil porque no sirve cualquier nombre, sino que debe cumplir una larga lista de condiciones:
- No demasiado genérico.- De otra manera, quien acuda a los buscadores de internet para encontrarlo puede acabar buceando en un montón de resultados que no tengan que ver hasta dar con él.
- Fácil de pronunciar.- El boca a boca es una publicidad muy potente, pero puede verse truncada si nuestro nombre es una suerte de trabalenguas. Deberías pronunciarlo en alto y comprobar que lo puedes decir cómodamente, sin trabarte.
- Fácil de recordar.- Tampoco facilitaremos el boca a boca, ni amortizaremos el dinero que invirtamos en publicidad, si el nombre es una especie de fórmula matemática que cueste recordar. Puedes probar a decirle posibles nombres a personas cercanas a ti y comprobar si se acuerdan de ellos al día siguiente.
- Corto.- Esta condición viene a resumir las anteriores. Cuanto más corto y sencillo sea un nombre, mejor.
- Atractivo.- Debe inspirar sentimientos y emociones positivas. Salvando el género del terror, nadie quiere comprar un videojuego para sufrir, así que tu nombre debe trasladar emociones que supongan una mejora respecto a la vida cotidiana de tus potenciales jugadores. Esto supone indagar en la psicología mayoritaria de los jugadores a los que quieras apuntar.
- Acorde al tono del juego.- Si tu nombre sugiere un tono diferente al del juego, puedes acabar trayendo al público equivocado. No te interesa que ese público se sienta desengañado, al encontrarse con un juego diferente al que esperaban, y que acaben poniendo reseñas negativas de él.
- Debe sugerir las características más distintivas del juego.- Por ejemplo, si nuestro juego se distingue por su mecánica colaborativa, el nombre debería reflejarlo ("It Takes Two", "Dont Starve Together").
- Original.- En el sentido de que no debe haber otro juego con el mismo nombre. De haber coincidencia, en el peor de los casos nos podremos encontrar con una demanda legal, y en el mejor con que nuestra promoción acaba enviando gente al otro juego.
- Sin traducciones negativas.- Tienes que plantearte desde el principio dónde vas a querer vender el juego y asegurarte de que al traducir el nombre no van a encontrarte con palabras con un sentido equívoco u ofensivo. De otra manera, te puedes encontrar con problemas como el que tuvo Mitsubishi con su Pajero (en España tuvo que vender ese vehículo con el nombre de Montero), o Mazda con su Laputa. Hay muchos más ejemplos, así que no añadas tu juego a la lista.
De todos modos, todas estas condiciones no están grabadas en piedra. Son sugerencias para echar a andar tu proceso de búsqueda de nombres, pero ten en cuenta que la genialidad no suele seguir las convenciones. Hay muchos ejemplos de grandes juegos cuyos nombres no cumplen una o varias de las condiciones anteriores. Al final se trata de ser prácticos, las condiciones anteriores te pueden servir para filtrar las ideas más locas que puedan surgirte pero, al final, cuando por fin llegas al nombre, el nombre con mayúsculas, lo sabes porque se te queda clavado, como si fuera un flechazo.
Si aun con todo y con eso no te llega la inspiración, puedes usar Gemini, Grok o cualquier otra IA para que te sugiera nombres que te sirvan de punto de partida. Por ejemplo, puedes meterles un prompt en el que describas el juego y pidas veinte propuestas de nombres. Alguna habrá que, con unos pocos retoques, te valga. Soy consciente de que el uso de herramientas de IA no es muy popular dentro de la comunidad de desarrollo, pero son una herramienta más. Se trata de ser práctico y finalizar el juego para lanzarlo. Mejor eso que quedarse encasquillado.